sábado, 26 de mayo de 2012

La inmensa dignidad del Sacerdocio


San Francisco de Sales, después de haber ordenado a un santo eclesiástico, percibió que al salir, él se paró en la puerta como para dar precedencia a otro. Cuando el santo le preguntó porque paró, él contestó que Dios lo favoreció con la presencia visible de su Ángel de la Guarda, quien antes de haber sido recibido como sacerdote estaba siempre a su derecha y lo precedía, pero ahora desde el momento en que fue ordenado caminaba a su izquierda y rechazó ir delante de él.  Fue en una competencia santa con el ángel que él paró en la puerta.
Tomado de "Las Maravillas de la Santa Misa", P. Paul O'Sullivan O.P.




Recordemos siempre orar por nuestros sacerdotes, particularmente ofreciendo el Santo Rosario y la Adoración Eucarística por su santificación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario